La certidumbre del naufragio.
Recuerdo el cismo de los bosques,
la desesperanza,
la brevedad de las palabras
rasgando el antojo de mis deshabitados (...)
...Y comienzo en Paris.
Crujir.
Crujir es el vestigio sobre los espejos a medianoche.
Luego Venecia
Venecia y el retazo de sus perfumes
(...)
Acabo por rasguñar piedras besando los céfiros,recordando la codicia
de los espejismos
lijando mis huesos.